Friday, January 22, 2016

Resolver un conflicto con la Gracia de Cristo Jesús


Resolver un conflicto con la Gracia de Cristo Jesús

¿No odiamos cuando un conflicto sucede? Cuando de repente estamos hablando con alguien y las cosas se salen de control, se distorsionan y de repente estás teniendo el mayor dolor de cabeza en el mundo por algo que al principio parecía tan insignificante y pequeño.


Yo en particular detesto estas situaciones; es por eso que me encanta meditar en un pasaje bíblico muy en particular del libro de Mateo que siempre me ayuda como un ancla para el alma en este tipo de situaciones.

Mateo 18: 15-20 (Reina-Valera)
Cómo se debe perdonar al hermano

15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

En el primer versículo verán cómo se hace referencia a la palabra pecado en vez de ‘conflicto’ debido a que es el pecado lo que llega a crear un muro relacional y espiritual
entre usted y otra persona y que interfiere con el mandamiento de amarnos unos a otros,
sin embargo, lo que más me gusta de este pasaje es que nos aconseja a  no vociferar nuestros problemas con esa otra persona al mundo, sino que más bien lidiemos con ello ¡EN PRIVADO! nos remite a la esencia de cómo resolver un conflicto de manera armoniosa.

Pero ya que el corazón del hombre es lo que es, este pasaje no termina aquí, afortunadamente, nos aconseja sobre cómo seguir en caso de que el conflicto continúe.
Hay por lo menos dos herramientas que debemos tener en cuenta: la inteligencia y la sabiduría, no estoy diciendo que usted debe ‘salir corriendo’ a pedirle consejo a su vecino de 90 años cada vez que algo pasa, pero creo que somos lo suficientemente maduros como para discernir cuando una persona es lo suficientemente capaz de asesorarnos sin ningún tipo de malicia o parcialidad hacia nadie en particular.

Ahora, la exhortación final nos habla también de  una triste realidad: que los seres humanos somos criaturas testarudas y no importa cuánto nos esforcemos, algunas relaciones no van a funcionar, y es entonces cuando tenemos que aprender a alejarnos y dejar que el Señor transforme el corazón de esa persona.

Verán, al final la importancia de aprender a resolver un conflicto tiene que ver con la gracia eterna de Cristo y su perdón hacia nosotros. ¿Podemos atrevernos a aceptar su misericordia y gracia a diario y sin embargo, no atrevernos a hacer lo mismo con nuestros hermanos y hermanas?

¿Podemos ser tan hipócritas? Y si lo somos, entonces deberíamos ver profundamente en nuestras almas, porque apuesto a que el Espíritu Santo tendrá una cosa o dos que decirnos al respecto.

No comments:

Post a Comment