Resolver un conflicto con
la Gracia de Cristo Jesús
¿No
odiamos cuando un conflicto sucede? Cuando de repente estamos hablando con
alguien y las cosas se salen de control, se distorsionan y de repente estás
teniendo el mayor dolor de cabeza en el mundo por algo que al principio parecía
tan insignificante y pequeño.
Yo
en particular detesto estas situaciones; es por eso que me encanta meditar en
un pasaje bíblico muy en particular del libro de Mateo que siempre me ayuda
como un ancla para el alma en este tipo de situaciones.
Mateo 18: 15-20
(Reina-Valera)
Cómo se debe perdonar al hermano
15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando
tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca
de dos o tres testigos conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la
iglesia, tenle por gentil y publicano.
18 De cierto
os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en
la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre
que está en los cielos.
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy
yo en medio de ellos.
En
el primer versículo verán cómo se hace referencia a la palabra pecado en vez de
‘conflicto’ debido a que es el pecado lo que llega a crear un muro relacional y
espiritual
entre
usted y otra persona y que interfiere con el mandamiento de amarnos unos a
otros,
sin
embargo, lo que más me gusta de este pasaje es que nos aconseja a no vociferar nuestros problemas con esa otra
persona al mundo, sino que más bien lidiemos con ello ¡EN PRIVADO! nos remite a
la esencia de cómo resolver un conflicto de manera armoniosa.
Pero
ya que el corazón del hombre es lo que es, este pasaje no termina aquí,
afortunadamente, nos aconseja sobre cómo seguir en caso de que el conflicto
continúe.
Hay
por lo menos dos herramientas que debemos tener en cuenta: la inteligencia y la
sabiduría, no estoy diciendo que usted debe ‘salir corriendo’ a pedirle consejo
a su vecino de 90 años cada vez que algo pasa, pero creo que somos lo
suficientemente maduros como para discernir cuando una persona es lo
suficientemente capaz de asesorarnos sin ningún tipo de malicia o parcialidad
hacia nadie en particular.
Ahora,
la exhortación final nos habla también de una triste realidad: que los seres humanos
somos criaturas testarudas y no importa cuánto nos esforcemos, algunas relaciones
no van a funcionar, y es entonces cuando tenemos que aprender a alejarnos y dejar
que el Señor transforme el corazón de esa persona.
Verán,
al final la importancia de aprender a resolver un conflicto tiene que ver con
la gracia eterna de Cristo y su perdón hacia nosotros. ¿Podemos atrevernos a
aceptar su misericordia y gracia a diario y sin embargo, no atrevernos a hacer
lo mismo con nuestros hermanos y hermanas?
¿Podemos
ser tan hipócritas? Y si lo somos, entonces deberíamos ver profundamente en
nuestras almas, porque apuesto a que el Espíritu Santo tendrá una cosa o dos
que decirnos al respecto.
No comments:
Post a Comment