Noches inquietas
Ayer por la noche, fue mi última noche de 150 mg de nuestra
'querida' prednisona, no pude dormir en lo absoluto claro está, además del
insomnio habitual y otros efectos secundarios desagradables que la mayoría de
nosotros los pacientes autoinmunes ya conocemos, tenía demasiadas cosas pasando
dentro de mi muy finito y humano cerebro; Mi cita médica programada para las 07:00
a.m. del día siguiente era, a la verdad, lo primero que me hacía ‘estallar’
debido a otros factores combinados junto con esto, como las molestias habituales
de los pagos médicos, el papeleo del seguro de salud, etc.
Si me preguntasen cuál es la peor parte acerca de estas
noches de insomnio, diría que el perder el tiempo pensando en las múltiples
cosas de las cuales no tenemos control en lo absoluto.
Es divertido, sin embargo, que tratemos tan duramente de mantener
el control de este tipo de eventos al hacer cosas triviales y mundanas como
"desahogarnos con nuestros amigos más cercanos’’, siendo esto el patrón
del grito más desesperado en busca de ayuda, sólo para que, al final, se
encuentren ellos agotados emocionalmente y nosotros en un peor estado que
antes; mi pobre amiga Nicole sabe una cosa o dos acerca de este patrón por
cierto ¡lo siento mi dulce ardilla!
Ahora, ustedes están en la libertad de decirme que esto es
una cuestión humana mundana que no debiese requerir ninguna connotación espiritual,
pero, ¿es esto enteramente cierto?
Si por las pasadas 8 horas de haber estado despierto,
solamente te probaste a ti mismo el
estar más ansioso y estresado que antes, entonces, ¿por qué no venir a los pies
del Único que puede traerte verdadero descanso? El hecho es que enfermos o no,
siempre habrá un momento en nuestras vidas cuando el sueño se nos escapará, la
vida desencadenará sus gatillos estresantes y nos disparará, y la verdad es
que no tenemos la capacidad humana para saciar nuestras almas inquietas cuando
esto ocurre.
Hemos tratado diferentes fórmulas para cuando esto ocurre, ya
sea hablar con un amigo, usando los medios sociales, comer en exceso, o alguna
otra forma de compensación temporal, que, al final, sólo nos devolverá al punto
de partida principal: Jesús, Él (te lo aseguro), es el único que puede rebosar
la copa de tu alma por completo. Verán, no importa que tan agitado se vislumbre
tu día o que tan planificado, al final es sólo el Señor que establece los
resultados que necesitamos para nuestro día a día o noches inquietas.
Salmos
37: 5-6
Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
Y confía en él; y él hará.
Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
Y tu derecho como el mediodía.
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